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Persecución implacable

12.06.2008

Cada año, cuando el mundo vota abrumadoramente contra el bloqueo, Estados Unidos esgrime en Naciones Unidas que se trata de un asunto bilateral entre Washington y La Habana.

Es una mentira dicha a voces y que nadie se traga, pues la comunidad internacional sabe en carne propia que el cerco a Cuba es una verdadera guerra económica que extiende sus garras por el mundo entero.

Y su carácter extraterritorial es tal, que empresas y ciudadanos de terceros países sufren la presión y sanciones norteamericanas, lo que hace que no pocas firmas se vean obligadas a romper sus vínculos con la Isla, a sabiendas de que ello provoca daños y perjuicios en la nación bloqueada.

Que lo digan los trabajadores de Antillana de Acero, una de las industrias de mayor peso por la importancia y el valor de su producción en la economía nacional, que puede verse obligada a parar los motores de sus laminadores de no concretarse la adquisición de los equipos protectores imprescindibles para sustituir los que por decenas de años allí han funcionado.

¿Qué significaría ese paro? Pues dejar de producir barras corrugadas (cabillas) y otros elementos básicos para que el país cumpla con el plan de construcción de viviendas, hospitales, policlínicas, hoteles, entre otros.

¿Qué tiene que ver el bloqueo norteamericano con esto?

Dejemos que sea el ingeniero Michael Feston, especialista comercial de la empresa ACINOX, del Ministerio de la Industria Sideromecánica (SIME), quien explique el caso que nos ocupa:

Antillana de Acero tiene serios problemas con motores que necesitan protección contra dificultades técnicas que podrían paralizarlos.

"En el caso que nos ocupa se trata de un protector digital multifuncional ZIV, es decir, que preserva los motores contra posibles daños por cambios de voltaje, temperatura, entre otros.

"Es un aditamento con tecnología de punta hecho en España por la División ZIV P+C S.L.

"Nuestra línea de trabajo en ACINOX es la de buscar los productos de forma directa con los fabricantes, sin intermediarios que los encarezcan.

"Iniciamos la negociación en el 2006 con la citada empresa, que primero nos pidió el pago por adelantado, lo que no aceptamos y al final logramos un acuerdo de abonar un 30% contra la entrega de la documentación básica y el 70% cuando la mercancía estuviera en Cuba.

"Una vez definido esto, pasamos a la parte legal, a llevarlo al papel. Le enviamos la pro-forma de contrato con las regulaciones establecidas para el comercio exterior. Ellos pusieron algunas trabas pero lo aceptaron. Entonces hicimos nuestro expediente de compra que aprobó el Banco Central.

"Le confirmamos al suministrador y dijeron que no había problemas, que nos entregarían el equipo en unas ocho semanas".

EL BLOQUEO UNA VEZ MÁS

Cuando todo estaba aparentemente resuelto, lo único que faltaba era que ellos cumplieran con la entrega en el tiempo pactado.

Al respecto explica el ingeniero Feston: "Fue pasando el tiempo y al ver que no se ejecutaba el convenio en el plazo previsto, le pasamos varios mensajes que no respondían.

"Hasta que en diciembre del año pasado nos hicieron llegar una respuesta un poco ambigua, donde decían que no estaban en condiciones de suministrarnos los equipos por tener problemas con las licencias de componentes no europeos".

Al conocer la respuesta negativa de la empresa española, la dirección de importación de ACINOX le envió un nuevo correo, al que respondieron reiterando "... tenemos dificultades de licencias de productos no europeos, que nuestros equipos incorporan (tanto a nivel de hardware como de software) y es por lo que trataba de indicarle, que debido al embargo que se ejerce a su país, no nos podemos permitir tener problemas con nuestros suministradores no europeos".

Todo queda claro entonces: se trata de no tener problemas con Estados Unidos, el país que bloquea a Cuba.

Se produce en una situación crítica, Antillana está demandando el producto porque podría presentarse un paro en la acería por dificultades de algún motor. Esto significa dejar de producir barras corrugadas y otros componentes reclamados por las más disímiles obras que se levantan en todo el país: viviendas, hospitales, escuelas...

"Nos dimos a la tarea —explica el ingeniero Feston— de buscar otros suministradores. Y al final llegamos a uno en la propia España, pero con el cual el valor del equipo en cuestión se duplica respecto al precio del fabricante que nos negó la venta por el bloqueo... "

ANTILLANA ESPERA

Periodista y fotógrafo de Granma acudimos a Antillana de Acero, en el Cotorro. Allí, el ingeniero Juan Carlos Torres Barceló, especialista eléctrico nos explica:

"Los protectores actuales son muy viejos, ya no garantizan la calidad requerida. Deben dar seguridad a motores para los laminadores 250 y 300.

"Por ejemplo, de dañarse el laminador 300 se afectaría la producción de unas 4 000 toneladas de barras corrugadas al mes por la demora en su puesta en marcha nuevamente", enfatizó.

CONCLUSIÓN

¿Embargo o bloqueo?

La respuesta es: guerra económica y persecución implacable.

Empresa española se pliega al bloqueo

(Publicado por el periódico Granma, viernes 16 de mayo de 2008)

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